Teléfonos:  Nivel Inicial: 4556720 - 155477534 | Nivel Primario: 4559669 | Nivel Secundario: 155477514

Sábado 12 de junio/21

Visto: 1188

Sábado 12 de junio/21 Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Vírgen María

´´ QUE LA ORACIÓN A TÍ, SEA COMO MURALLA PROTECTORA, Y QUE NOS ACOMPAÑE SIEMPRE. AMÉN ´´ Isaías 61, 9-11   2 Corintios 5, 14-21   Lc 2, 41 - 5

´´ TÚ ERES EL ORGULLO DE NUESTRA RAZA. EL SEÑOR TE HA BENDECIDO, HIJA NUESTRA, MÁS QUE A TODAS LAS MUJERES DE LA TIERRA.BENDITO EL SEÑOR, CREADOR DE CIELO Y TIERRA.´´ Jdt 13, 23bc-24a.25abc.

H  I  M  N  O

1. AL EMPEZAR EL DÍA, TE ALABAMOS,
VIRGEN MARÍA, MADRE DEL SEÑOR  
Y MADRE DE LA IGLESIA. CREZCA SIEMPRE
EN NOSOTROS TU SANTA DEVOCIÓN.

2. TÚ LE DISTE AL SEÑOR UN SÍ TOTAL,
ACEPTASTE SU PLAN DE SALVACIÓN,
PUSISTE EL HOMBRO PARA REALIZARLO:
ERES MODELO DE CONSAGRACIÓN.

3. FRUTO LLEGADO A MADUREZ PERFECTA,
TE ENTREGASTE EN ESPÍRITU FILIAL.
DISTE EN EL BLANCO DE DIOS UNO Y TRINO,
FLECHA DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD.

+ H.Fermín Gainza, f.s.c. en Casi puro rezo
Edit. Stella * Buenos Aires

REFLEXIÓN

´´ MARÍA GUARDABA TODAS ESTAS COSAS EN SU CORAZÓN.´´  Lc. 2,5I. El Corazón de María dio su sangre y su vida a Jesús pues aunque la generación de Jesús se realizó por obra del Espíritu Santo, pasó por las fases de la Concepción, la Gestación y el  Parto como a todas las personas.

Es interesante que el proceso biológico de la generación no solo se limitó al crecimiento de su hijo, sino en su educación.
Es cierto que el Corazón de María, educó el Corazón del Niño y les enseñó  lo normal y simple e importante como  el comer, hablar,  rezar y ser una persona religiosa.

Por eso de la escena familiar que antecede,  afirma San Juan Pablo II . ´´ EN EL ROSTRO DE CADA MADRE HAY UN REFLEJO DE LA DULZURA  DE MARÍA.´´

Sea el Corazón Inmaculado de Nuestra Madre, nuestra esperanza , refugio y fortaleza.

OREMOS :

Señor, por intercesión de la Bienaventurada  Virgen María, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia  frutos de buenas obras . Amén